EL HERRERO

 

 

El primer herrero, según la mitología fue Vulcano, el dios que fabricaba las armas y armaduras a los dioses y héroes . En la península Ibérica la forja se conocía ya seis siglos antes de Cristo.
Los herreros gozaron de buena situación social, ya que eran los encargado de fabricar las armas a los reyes y nobles, si bien es verdad que los herreros, vecinos de nuestros padres y abuelos, tenían que alternar el trabajo de la forja con otro tabajo, generalmente la agricultura, para poder salir adelante económicamente.
A los herreros se les atribuía cieros poderes mágicos quizás relacionados con la leyenda de Pandora, mujer encargada por Zeus a Vulcano.

El herrero además de armas y utensilios de labranza realizaba tabacos de decoración, puertas, balcones, verjas, faroles, candelabros, etc.

En la actualidad la soldadura ha sustituido prácticamente a la forja, quedando casi olvidado el trabajo artesano del herrero en la fragua a golpe de martillo y paciencia. Ya no se oye cantar el martillo en la fragua, ni se oye decir a la gente: "Hoy canta bien el martillo, el herrero está de buen humor y contento"

La fragua era el taller del herrero, pero en Tubilla era un lugar de reunión de labradores en los días en que no se podía ir al campo. Allí, mientras miraban al maestro dar forma al informe hierro, hablaban de sus cosas del campo, se gastaban bromas y cambiaban impresiones sobre los más diversos temas.
























FRAGUA